
Tecnología de vanguardia
El Instituto Gamaleya, junto a centros oncológicos rusos, desarrolló una vacuna experimental contra el cáncer basada en ARN mensajero (mRNA), la misma tecnología utilizada en vacunas contra el COVID-19.
Su objetivo no es prevenir la enfermedad, sino tratarla entrenando al sistema inmunológico para identificar y eliminar células tumorales.
Terapia personalizada
La vacuna se adapta al perfil genético del tumor de cada paciente. El ARN mensajero instruye al sistema inmune para reconocer neoantígenos, proteínas únicas de células cancerosas, y atacarlas sin dañar tejidos sanos.
Este enfoque busca mayor efectividad y menos efectos adversos que la quimioterapia convencional.
Ensayos clínicos en marcha
Los primeros ensayos comenzaron en 2025 con pacientes que padecen melanoma y tumores sólidos resistentes como pulmón, páncreas y riñón.
Los resultados preliminares se esperan en los próximos meses, y si son positivos, la vacuna podría estar disponible en 2026.
Reacción internacional
La comunidad científica mantiene una postura cautelosa. Aún no hay estudios revisados por pares que confirmen su eficacia en humanos.
Sin embargo, Rusia se adelantó en la fase clínica respecto a países como Alemania y EE. UU., generando expectativas en el campo de la oncología.
