Masturbar es, según la Real Academia Española, “estimular los órganos sexuales (de alguien) para producir un orgasmo”. Pero, ¿existe una sola forma de alcanzar este objetivo?, ¿debería éste desenlace ser la única finalidad de la práctica? Como punto de partida es necesario destacar que la masturbación (y la sexualidad en general) requiere de una condición no negociable: conocer nuestro propio cuerpo.
Ayelén Mobilia, psicóloga y sexóloga miembro de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH), explicó a Clarín que aún en la actualidad el desconocimiento sobre el cuerpo femenino es notorio. Eso, sumado a numerosos prejuicios alrededor de la sexualidad de la mujer, todavía puede representar un obstáculo.
“Por años se pensó que la masturbación femenina era inexistente, y esto no nos permitió explorar nuestros cuerpos y descubrir lo que nos genera placer”, sostuvo la especialista, al tiempo que puso de relieve la importancia de educar sobre autoerotismo femenino.
“Las personas con vulva tenemos una anatomía genital muy distinta a las personas con pene. Ellos miran hacia abajo y pueden reconocerse a la perfección. Nosotras tenemos que posicionarnos frente a un espejo, abrirnos de piernas y ser pacientes con nuestra exploración. Y aún así, conocernos nos lleva mucho más tiempo porque lo que vemos exteriormente es sólo la punta de todo lo maravilloso que esconde nuestro cuerpo”, afirmó Mobilia.
La sexóloga mencionó que si bien hay numerosas y diversas formas de vivir la sexualidad, existen “10 secretos que toda mujer debería conocer para potenciar su sexualidad y tocarse más y mejor”.
Para una masturbación placentera, la especialista (en Instagram, @ayelen.mobilia) enumeró las siguientes recomendaciones:
Asesoró Ayelén Mobilia, psicóloga y sexóloga miembro de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana. En Instagram, @ayelen.mobilia.
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