Conocé la playa de Argentina donde instalaron una base espacial y tiene el agua más templada del país, dónde queda esta joya escondida

Argentina tiene una de las costas más diversas del mundo. Desde las frías aguas del Atlántico Sur hasta las cálidas y apacibles bahías de la Patagonia existen aproximadamente 4500 kilómetros de costa marítima argentina. En toda esta extensión existe una playa con aguas templadas y una base espacial que parece sacada de una película de ciencia ficción.

Ubicada en Bahía Creek, en la provincia de Río Negro, esta joya escondida sorprende a quienes la descubren. Con sus aguas más cálidas que la mayoría de las playas argentinas, es un destino perfecto para los viajeros que buscan tranquilidad. Además, la base espacial ecológica que se alza sobre la costa ha convertido este rincón en un atractivo turístico emergente.

Bahía Creek, una pequeña localidad costera a 130 kilómetros de Viedma, ha ganado notoriedad en los últimos años gracias a un complejo ecológico que se asemeja a una base espacial. Con una infraestructura de torres y domos futuristas, el proyecto PLUS, que significa Patagonia Libre, Única y Sustentable, no solo destaca por su arquitectura, sino también por su propuesta de turismo sustentable.

Este refugio ofrece a sus visitantes una experiencia única: desconexión total del mundo moderno, sin internet ni televisión, y un menú completamente basado en plantas. El complejo, que opera con energía solar y un sistema de biogás, es un ejemplo de cómo convivir en armonía con la naturaleza.

Aspectos destacados de Bahía Creek:

El refugio no solo se destaca por su ubicación privilegiada frente al mar, sino también por su compromiso con la sostenibilidad. Se fomenta el uso exclusivo de productos naturales y biodegradables, como jabones, shampoos y cremas de enjuague. Los huéspedes tienen la opción de traer sus propios productos ecológicos o adquirir un kit en el lugar.

Los alojamientos del refugio se componen de domos geodésicos, estructuras en forma de cúpula diseñadas para maximizar el uso de la energía natural. Estos domos están recubiertos con lona vinílica, lo que les permite aprovechar al máximo la luz solar y conservar el calor, creando un ambiente confortable para los visitantes.

En su interior, los pisos de madera, los somieres, y una decoración minimalista buscan ofrecer descanso y conexión con el entorno.