septiembre 19, 2024

Clodomira – Santiago del Estero

Una cámara para mirar y ser visto



Lo peor podría ser la calle y su intemperie. La soledad y el miedo de no tener adonde volver y acurrucarse en un rincón siempre ajeno a esperar que la noche termine. Lo peor también podría ser la soledad de no contar con el abrazo y la contención de una familia. Es posible que los fantasmas también reclamen para sí parte de ese infierno que implica vivir en la calle. Pero puede ser que lo peor no sea nada de eso sino otra cosa más dura: la invisibilidad.

Quien lo pierde todo (y todo es empleo, familia, vivienda y salud) habita como refugio aquello que para el resto no es otra cosa que el afuera, lo ajeno, lo inquietante. Un recodo mal iluminado. La entrada de un edificio en obra. La persiana de un comercio que cerró.

Desde ese margen, además, pierden su lugar entre nosotros porque la mirada los elude. Por pudor, algunas veces. Por temor, otras. Por culpa o por desprecio. Como sea, no son mirados.

De miradas, de mirar y de ser visto se trata el Proyecto Calle, creado hace casi 20 años por el arquitecto Jorge Mazzinghi. La idea era esta: poner en manos de esas personas una cámara fotográfica para que pudiera atrapar la ciudad tal y como la veía.

Así, cada persona recibió una cámara fotográfica –de 27 exposiciones– durante 15 días, para luego devolverla, revelar la película y copiar las fotos. «El objetivo del proyecto fue brindarles la oportunidad de registrar su vida íntima en la ciudad«, agregan en la web de la iniciativa.

En una plaza, en una iglesia o en cualquier esquina, se fueron sucediendo los encuentros. De repente, alguien los miraba y, además, los invitaba a mirar. Durante 17 años se entregaron 366 cámaras descartables a 403 personas y se revelaron 4.656 fotos.

Esas imágenes cobran la forma de libro, poster, accesorios o fanzine. Se pueden comprar online. Se puede ayudar de muchas maneras.

«Hay en las fotos mucha belleza. Las imágenes se suceden: cada fotógrafo tiene estilo e intereses bien definidos que se integran a un proyecto compartido que da un nuevo sentido a sus vidas», explican desde Fundación Larivière, donde días atrás se conversó sobre este trabajo.

El fotógrafo Eduardo Longoni forma parte del Proyecto Calle. Ha acompañado, curó exposiciones de estas imágenes y textos suyos acompañan la edición de los fanzines. Anota en uno de esos párrafos: «Esas fotos reflejan una ciudad que yo nunca había visto, aún habiendo vivido casi toda mi vida en Buenos Aires y con un libro a cuestas sobre la Ciudad». De mirar y ser mirados. De eso se trata.





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